La fortaleza de mama

Quiero contarles la historia de mi mama Ana Rodríguez, porque es una mujer que da fuerza y es de valor y que nada más sus acciones me empujan a salir a delante. Al venir de la Republica Dominicana a los Estados Unidos, se enfrentó con muchos problemas, tuvo muchas batallas y todavía siguió a delante y se esforzó mucho para poder tener un buen futuro ella misma y para sus hijos. Siento que su historia es importante y el contarles a otras personas puede darles motivación a otros individuos. Mi mama vino aquí sola y todo fue por el mejor de nuestros futuros. La familia estaba triste, pero también se sentían feliz de que alguien va a poder a salir adelante por primera vez en nuestra familia. Fue muy difícil para ella al comienzo, tuvo problemas con el idioma, los trabajos y hasta donde iba a vivir.  

Cuando mi mama llego aquí llego sola sin mí, quería estar estable antes de traer a su hija. Al comienzo salía de puerta en puerta y de tienda a restaurant buscando por un trabajo. Ella me comenta que era unas de sus primeras veces montándose al tren y era el comienzo del invierno. Accidentalmente, por no saber usar el tipo de ropa que se usaba para el invierno, ni como ponérsela, se puso sus botas de frio al revés, cuando estaba subiendo al tren se cayó. Mi mama dice que eso es algo que nunca se le va a olvidar, aunque tal vez para otros no sea una situación tan grabe o importante, ella me cuenta que eso fue como uno símbolo mayor. No sabía cómo usar botas de frio y entonces viene esto y le pasa, siente que es algo muy importante al cambio y comienzo de su nueva vida en los Estados Unidos. Ese momento es algo a cuál siempre se recordará de su etapa al venir a los Estados Unidos. Este evento no la debuto de seguir a delante y querer lo mejor para su vida. Ella se sentía impotente emocionalmente, pero siguió adelanté.  

 “Fue un gran reto para mi llegar a un país sola, sin mi familia, sin conocer el idioma y encima de todo esto estar indocumentada” Ella me cuenta durante la entrevista, para ella era básicamente comenzar de cero.  Tuvo que trabajar en diferentes lugares, largas jornadas de trabajo para poder sostener y suplir las necesidades básicas de la casa. Todos los días era una experiencia diferente, siempre se perdía en los trenes, ella me cuenta que a veces se quedaba dormida en los trenes porque solo podía dormir 4 horas para estar presente en el trabajo al día siguiente. Al conseguir su residencia ella pudo regresar a su país después de 10 anos sin ver a su familia. Ella me cuenta que fue un momento de tantas emociones cuando aterrizo a Santo Domingo y el piloto dijo “ Welcome Home “se sintió que el piloto hablaba con ella misma y no pudo contener sus lágrimas.  

Al poder cambiar su estatus migratorio su vida dio un cambio, todo lo que mi mama tuvo que pasar y tener que luchar para lograr esto ya se sintió que fue compensado. Ese proceso es algo muy complicado, gastoso y también muy estresante especialmente en este país ella me cuenta. Todo lo negativo y todas las inconveniencias que pasaron fueron un símbolo a todo lo bueno que le entro a su vida después de finalmente tener por lo que lucho tanto. 

Estos eventos le han enseñado mucho de la vida y de cómo debemos de ser fuertes, ella dice que es algo muy importante en nuestra evolución hacia nuestros futuros. Mi mama no trata de siempre seguir empujando para una mejoría sin pensar en el pasado, pero ella dice y piensa que el pasado es lo que nos mueve a nuestro futuro. Si no fuera por todas esas cosas que han pasado tal vez las cosas no sean mejor como la son ahora. El ella no saber ingles la ayudo ahora en su futuro a poder ser quien ella es hoy. Ella le da gracias a dios por tener el valor y poder salir adelante. Con el tiempo, ella pudo legalizar su estatus migratorio y cambiar a un mejor trabajo y tener mejores condiciones para ella y para mi (su hija). Hoy en día su vida y la mía ha cambiado para bien, todos estamos más estables por sus esfuerzos. Ella dice, “mi hija ha podido ir a la universidad. Para mí como madre es la mayor satisfacción que pueda sentir. Miro hacia atrás y solo puedo dar gracias a dios por siempre guiarme, por las fuerzas y bendiciones. “