La persona que decidí entrevistar es mi hermana mayor por parte de ambos papás porque ha hecho muchas cosas que nadie ha hecho por mí. Nació en Bogotá, Colombia y tiene 32 años. Vivió su infancia con nuestra hermana por parte de papá, quien es mayor que nosotras dos y nuestros primos. Su infancia y parte de su juventud en Colombia fueron muy bonitas porque siempre estuvo la familia reunida y disfrutó mucho con nuestros primos, abuelos y tíos. Tuvo una infancia donde el internet no existía. Actualmente vive en Nueva York con mi mamá, mi otra hermana, yo y mis dos sobrinos. Es una mujer echada para delante y siempre ha luchado por tener una mejor vida. Es linda, inteligente, amable y, sobre todo, muy fuerte y valiente.

A la edad de 19 años mi hermana decidió viajar a Nueva York de vacaciones sola con una amiga. Al principio le pareció muy chévere porque era un viaje corto y estaba conociendo nuevos lugares, nueva gente, una cultura nueva, como cualquier otra persona. Alcanzó a viajar dos veces de vacaciones y a la tercera vez decidió quedarse en Estados Unidos sola. Al llegar a este país fue muy duro para ella porque no tenía familia y le tocó comenzar a trabajar mucho para poder salir adelante con su hija recién nacida.

Al pasar un año, nuestra mamá, papá y yo pudimos obtener una visa para poder viajar a New York City y estar con ella. A lo que llegaba el tiempo de tener que viajar a Colombia de nuevo, tomamos la decisión de quedarnos a vivir acá y comenzar una nueva vida junto a mi hermana. En el trascurso de los años, vivimos felices, teniendo nueva oportunidades, aprendiendo un nuevo idioma, etc. 

Cuando mi hermana llegó a este país, conoció a una persona y fueron muy buenos amigos por años. Después que pasó el tiempo, hace cuatro años los dos decidieron ser pareja. Tenían mucho amor el uno por el otro, tenían sueños, querían tener su propia familia y muchas cosas más, aunque lamentablemente, él falleció en julio del año pasado en una pelea sin motivo y sin razón. Fue algo muy trágico para mi familia, ya que a mi hermana le tocó presenciar todo y ver cómo lo mataban. Ella hizo todo lo posible por salvarlo, pero nadie la ayudó. 

Desde ese día nuestras vidas cambiaron. Mi cuñado era una persona muy importante para nosotras, especialmente para mi hermana. Era su pareja y la apoyaba mucho para que saliera adelante. Incluso me apoyó mucho a mí en la universidad y en la vida. Mi hermana no volvió a ser la misma; fechas importantes como la Navidad y los cumpleaños no volvieron a ser igual. Ha sido un proceso muy largo desde ese día y todavía nos falta una larga vida para poder procesar ese día tan trágico. Hasta el día de hoy no hemos podido aceptar esa pérdida tan importante en nuestras vidas.

Hoy en día mi hermana se siente muy confundida y no sabe qué va a ser de su futuro, pero le pide mucho a dios que le dé mucha fuerza para poder comenzar de nuevo, planear un futuro y salir adelante con nosotras, su familia. Sin embargo dice que le gustaría regresar al pasado para estar con él de nuevo porque lo extraña mucho y éramos una familia muy feliz, llena de amor. Esta es la vida de mi hermana y aquí está con todas sus fuerzas queriendo salir para adelante. Para mí es la mujer más fuerte que conozco.