Un nuevo destino

Mi papá es de El Salvador, nacido y criado con sus papás. Fue a la escuela cuando tenía a la edad de los doce y después tuvo que ir a trabajar para su mamá y papá en el campo o levantar ladrillos. Después estuvo en el ejército como su papá. Fue la persona que yo podría tener confianza y le escucho muchos consejos de la vida de él. Voy a escribir del viaje de mi padre de El Salvador a los Estados Unidos.  

El Salvador fue un país donde mucha gente se escapó por las pandillas o, la razón de mi padre, por las guerras entre ejército y la guerrilla. En ese tiempo mi papá estaba en el ejército con su papá y con su hermano. Después, su padre le dijo que se tenía que ir de El Salvador para los Estados Unidos. Él se sintió forzado para irse para proteger a su mamá por la razón del conflicto en El Salvador. 

Explica que la llegada a la frontera de los Estados era un viaje largo. Pero tenía ayuda de familia para lograr llegar por la frontera de los países centroamericanos como Guatemala y México, solo para ver la frontera de los Estados Unidos. También sufrió con el calor y lo que tenía que caminar. Mi padre era joven con veinte años. Mencionó que tenía que entrar al país ilegalmente y también pagar a un coyote. Describe que la experiencia para entrar no fue tan difícil y que vino para trabajar con la meta de mandar dinero a su familia.

Cuando le pregunté qué pensó de los Estados Unidos, como por decir qué sabías del país. Explicó que creía que los Estados Unidos eran como las películas, que vas a llegar en un buen carro y te van a estar esperando en un apartamento nuevo con cama o sofá. Su experiencia fue llegar a dormir en el piso sin nada para el frío, segundo fue la alimentación. Comía comida china tres veces al día porque era la más barata para comprar con el dinero que ganaba. Tenía muchos trabajos como de mudanzas, ganó $60 al día, e incluso construcción. Ahora está en un taller de automóviles.  

Al fin, mi papá, a veces dices que la vida en los Estados Unidos le dio mucha presión comparada con El Salvador, pero le agradece a Dios que tuvo la oportunidad de estar con familia y que dio un paso para darnos a mí y a mi hermano un futuro que nos ayude a a ser la persona que él querría ser.