Según el diccionario, la definición de una amistad es “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Con esta definición en mente, podemos decir que los amigos deben ser aquellos que traen alegría y felicidad a tu vida, basando esa relación en un amor desinteresado.
A los 4 años, comencé a asistir a los servicios de la iglesia con mi mamá, mientras ella estaba embarazada de mi hermano menor. Prácticamente me crié allí, y fue en ese lugar donde conocí a una amiga que estuvo en mi vida por 14 años y que impactó mi vida grandemente.
Todos los domingos íbamos juntas a los servicios de la iglesia y a la escuela dominical. La pasábamos corriendo por la iglesia y nos llevábamos muy bien. Durante los recesos, nos íbamos a la bodega con mi papá, quien nos compraba un juguito para cada una, junto con chips y un sándwich que compartíamos. Siempre que ella estaba con nosotros, mis padres la trataban como si fuera mi hermana. Ella estuvo presente en todas nuestras graduaciones, cumpleaños y celebraciones familiares. Incluso formó parte de la corte de honor en mis quince años.
Nuestra amistad para mí era algo muy especial y jamás pensé que algo pudiera dividirnos. Pero todo esto cambió en 2020, cuando comenzó la pandemia del COVID. Ella había planeado venir a mi casa para pasar la cuarentena juntas, pero al final decidió quedarse con su prima.
Fue entonces cuando un día mi mamá la vio a través de Facebook Live haciendo algo que no le gustaba, y le envió un mensaje diciéndole que estaba triste con ella. Mi amiga se enojó de inmediato y le mostró el mensaje a su prima, quien también comenzó a hablar mal de mi mamá y de mí, atacándonos a través del Live.
Cuando mi mamá me contó lo que estaba pasando, sentí un nudo en el estómago. No podía creer que alguien que era como una hermana me hubiera traicionado y estuviera hablando mal de mí. Después de eso, empecé a recibir muchos mensajes hablando mal de mi familia entera (incluso de mis sobrinos) y, desde ese momento, la bloqueé en todas las plataformas.
Poco después, comencé a recibir mensajes de un número desconocido diciendo que yo estaba arruinando nuestra amistad y que no quería arreglar las cosas con ella. Me parecía increíble y triste que ella intentara convencerme de que todo lo que había pasado era culpa mía y de mi mamá, después de haber acosado tanto a mi familia.
Cuando pensó que la estaba ignorando, empezó a amenazarme con venir a mi casa con su prima y pelear conmigo. La verdad es que, durante todo esto, no estaba enojada ni furiosa. Solo estaba triste y decepcionada. Para mí, nuestra amistad era para toda la vida, pero por una diferencia con mi madre, ella permitió que las personas a su alrededor la influenciaran y arruinara nuestra amistad para siempre.
Al final, nunca se arregló lo que pasó entre nosotras. Aunque la quería mucho, aprendí que ella era una persona tóxica, aunque no lo veía antes. Con estos eventos, pude conocer su verdadera naturaleza, y aunque en mi corazón la perdoné, jamás podría confiar en ella ni tenerla como amiga otra vez.
La confianza que yo tenía en mi amiga era profunda, y me dolió mucho lo que ella hizo. Durante mucho tiempo me sentí deprimida y me preguntaba cómo alguien puede ser tan diferente con las personas que dice querer. ¿Acaso mi amiga olvidó nuestra amistad mientras nos acosaba? Es una pregunta que a veces aún me hago hoy. Para mí, fue mucho peor perder a esta amiga que a cualquier novio que haya tenido.
La amistad está basada en la confianza, y ella la rompió completamente. Nunca había terminado con alguien de una manera tan enojada y triste. Ella arruinó cualquier posibilidad de ser mi amiga cuando me trató tan horrible. La verdad es que, a veces, todavía la extraño, pero nunca quisiera tener a alguien con una cara tan falsa de amiga. ¡JAMÁS!