Tenemos que Seguir Adelante

Miedo, solo viendo esta palabra me trae escalofríos, pensamientos, y recuerdos de momentos en que yo me he sentido con miedo y me imagino que cualquiera otra persona también. Pero lo que he aprendido y leído en libros, de adultos, maestros, sacerdotes y mis padres es que nunca deberíamos vencernos al miedo. Al contrario, debemos seguir adelante y pelear para vivir y escoger “Vida.”

Cuando pensamos en los últimos años en los que hemos vivido en estos tiempos de incertidumbre, podemos estar de acuerdo que todos hemos pasado por experiencias, sentimientos o situaciones por igual. Hemos perdido seres queridos por el virus, y hemos vivido con miedo por nuestras vidas o las de nuestros seres queridos. Al fin cualquier emoción o experiencia que hemos tenido, estuvimos en un tiempo de pausa donde trabajos, escuelas, tiendas y restaurantes cerraron y muchos de nuestros planes futuros fueron cancelados por COVID-19.

Pero, con el tiempo de procesar y entender un poco de lo que era y se trataba el virus, fuimos lentamente regresando a algunas normalidades. Ahora las tiendas se fueron abriendo y estarán listas para abrir las escuelas, pero otros dicen no, y opinan que ahorita no es el tiempo y que las escuelas deberían permanecer cerradas.

Es comprensible que hubo un tiempo en donde era necesario cumplir un tiempo de cuarentena, y tomar precauciones porque los hospitales estaban sobrepasados de pacientes enfermos. Y en el principio no era necesario ponernos a nosotros mismos o a otros en peligro cuando todo se fue aprendiendo día a día de las precauciones necesaria, distanciándonos, el uso de mascarilla, el uso de antisépticos de alcohol, y al fin lo que nos ha ayudado lo más de todo, la vacuna. Ahora ha llegado el tiempo de re-ingresarnos a la vida, a las rutinas, ahora es el tiempo de abrir los trabajos y las escuelas.

Pero por supuesto antes de abrir, se necesita tener orden y policías en lugar para tratar de minimizar la exposición infecciosa en los lugares públicos. Nada es perfecto, pero, la gente tiene que trabajar y la vida tiene que seguir, hasta si vemos histéricamente no es algo raro ni inaudito cuando se trata de infecciones y la muerte de muchos en tiempos pasados. Y igual como fue triste en ese tiempo es igual de triste hoy. Igual como fueron resilentes y siguieron viviendo adelante también deberíamos hacerlo nosotros ahora. Hay enfermedades, crimen, y guerras pasando cada día y cada minuto en todo el mundo y la gente sigue para adelante. Uno puede tratar de cuidarse de una enfermedad estando en casa, pero no es nada raro y es reconocido que la tristeza, estrés y depresión pueden causar detrimentos físicos que pueden enfermar a la gente estando en casa por tanto tiempo lejos de la sociedad. Entonces, en vez de darnos por vencido y viviendo en miedo, deberíamos planificar el reingreso a la sociedad y a un poco de normalidad.

Los primeros passo que podemos hacer es: seguir con el uso de mascarilla, instalar alcohol en gel en lugares públicos y hacerlos accesibles. Segundo, tratar si es posible tener e implementar la distancia social, dar y informar a la comunidad para que se vacunen igual que las razones de por qué  vacunarse, y por último hacer pruebas de COVID-19 cada semana a las personas no vacunadas. Todo lo que se está implementando no es perfecto, pero ha ayudado mucho, aunque sea de lo que he visto. Por ejemplo, en mi escuela donde también compartimos el edificio con otras escuelas hemos practicado estas precauciones, lo de distancia social ha sido un poco difícil por el número de estudiantes y el tamaño de los salones, pero estando vacunados y el uso de la máscara ayuda drásticamente. Por ejemplo, hemos empezado la enseñanza en persona desde septiembre y hasta ahora diciembre hemos tenido solamente un caso positivo de covid y eso que he sido testigo de la higiene de los estudiantes. Déjame decir que los jóvenes no son los más limpios, e incluso aunque abordamos el problema de

lo que sí vemos es que hay mucho que no se ve y momentos antihigiénicos

que no se pudieron evitar. Yo estoy de acuerdo de que hay partes positivas de que uno se quede en casa, uno puede andar vestido cómodo y se ahorra dinero, pero aparte de esas dos razones que eran positivas y que también lo puede ser para otras personas, no es razón suficiente. No sobrepasa los positivos que hay de enseñanza en persona, como las interacciones entre personas, la comunicación entre personas que también es importante para los niños con cerebros que siguen desarrollándose, y también salir para agarrar un poco de aire fresco y sol nos hace bien.

En fin, tomando en cuenta todos los puntos positivos y los negativos incluso el riesgo de una salud sana, hay más puntos negativos cuando uno se queda en casa, y también para los que piensan que su salud está en riesgo en parte tienen razón, pero siempre hay peligro o la posibilidad de que nos encontremos con el fin cuando salimos. En conclusión tenemos que regresar a nuestras vidas ahora y en el futuro cuando estemos en una situación similar recordando ser valientes, cuidadosos, y observantes, porque al fin mañana no está prometido.