El primer Halloween de Victoria

Hace veintisiete años, Victoria Cid Rojas viajó de su pequeño pueblo en México a los Estados Unidos. Tenía dieciséis años. Había crecido en el rancho de sus padres donde no tenía mucho acceso a información sobre culturas distintas a la suya. La mayoría de las cosas que ella sabía de la cultura estadounidense era lo que había escuchado de sus hermanas que ya habían viajado allí. Viajar a otro país y ver una cultura diferente sin información adicional puede causar nervios. Pero también puede ser algo divertido, como participar de nuevas tradiciones festivas como Halloween. Las nuevas experiencias pueden enseñar sobre nuevas culturas y abrir puertas para nuevas tradiciones.

Victoria Cid me contó que no sabía casi nada de la cultura estadounidense, no hablaba de eso en la escuela, ni lo escuchaba en el radio, ni sus hermanas que vivían en los Estados Unidos le habían contado de las tradiciones estadounidenses; me dijo: “Sólo sabía que se hablaba inglés”.

En octubre del año de 1994 Victoria Cid llegó a Nueva York días antes de Halloween. Nadie le había explicado qué era Halloween. La única persona que mencionaba el día festivo era un niño, Luisito, de la familia con la que ella se estaba quedando: “Él estaba muy emocionado porque ya venía la fiesta de Halloween y él tenía su disfraz y me decía que iba a salir a hacer trick or treat”. Victoria no entendía qué era “trick or treat” o por qué el niño hablaba de un disfraz, pero no pensó mucho en esto. En el día de Halloween Luisito se vistió de Spiderman y la mamá de Luisito finalmente le explicó a Victoria que era y de qué se trataba Halloween. Victoria pensó que el día festivo sonaba muy divertido. En ese tiempo ella prácticamente era una niña y le gustó la idea de salir a pedir dulces con Luisito.

El siguiente Halloween, Victoria compartió una tradición especial con Luisito, la del día de los muertos, una tradición especial para los mexicanos. Esta tradición se celebra decorando una mesa como un altar dedicado a los seres queridos que ya fallecieron. Ella me dijo: “…yo puse la mesa como se pone en México, como lo hacíamos nosotros y lo quise poner para enseñarles a los niños nuestra tradición…”  Un altar está decorado con fotos de los fallecidos, flores de muerto o cempazúchitl, una especie de flor originaria de México, usualmente son un color naranja brillante que se usa para decorar los altares de muertos, y comida que les gustaba a aquellos que fallecieron.

Victoria vino de otro país sin saber mucho de la cultura estadounidense. Luisito y su familia le mostraron una tradición festiva muy divertida. Y en cambio ella les enseñó cómo celebrar la tradición mexicana del día de los muertos. Es lindo y beneficioso intercambiar tradiciones culturales como lo hizo Victoria con Luisito y su familia. Este intercambio de culturas les permitió a disfrutar de celebraciones que no conocían antes.