La boda en la República Dominicana

Cuando Melissa, mi prima de veintiséis años se casó en la República Dominicana con su esposo el catorce de junio de 2021, lo pasé muy bien. Ellos habían estado juntos por seis años y él finalmente le propuso matrimonio el año pasado. La semana antes de que nosotros fuéramos, había sido mi cumpleaños. Cumplí 21 años y ya podía beber. Estaba pensando en pasarlo bien en la República Dominicana.

Cuando llegué a la República Dominicana, me relajé y dejé todo el estrés en Nueva York. Ahora estaba de vacaciones. Estoy muy familiarizada con la República Dominicana y cada vez que vuelvo, siempre me encanta. La última vez que estuve en la República Dominicana fue en 2018, en Santo Domingo, la capital. Allá es como Nueva York. Demasiada gente, autos, motos, tiendas y apartamentos. Esta vez, me quedé en Punta Cana en un resort. Paradisus Grand Cana Resort era un resort con todo incluido.

Llegué con mis primos. Nos reunimos y tomamos un Uber al resort. El resto de la familia llegó aproximadamente media hora después de nosotros y se registró en el resort. Después de registrarse, caminamos al cuarto para desempacar y relajarnos después del vuelo desde Nueva York. Mi prima tenía una suite más grande porque fue su gran momento. La boda era el sábado y llegamos al resort el miércoles.

Tuvimos media semana para disfrutar del resort antes de la boda. Durante el día, me quedaba en el resort y tomaba cerveza con mi papá y mis tíos. La última vez, no pude beber cerveza porque era menor. El segundo día, montamos los quads yo manejé por toda la isla. El jueves es cuando me hice mi primer tatuaje en la espalda. Tengo familia que tiene una tienda de tatuajes. Me hice un dragón con flores y un ángel. Después de eso, toda la familia salió a comer y todos se emborracharon.

Al día siguiente, todos fuimos a comprar las últimas cosas que necesitamos para la boda. Tuve que ajustarme el traje porque me quedaba grande. También me corté el pelo y me preparé para el gran día. Ayudé a preparar el lugar y a mover las sillas. Mi tía tenía el control de todo y quería que todo fuera perfecto para la boda.

Finalmente llegó el día, el catorce de junio de 2021. Todos se despertaron y desayunaron juntos. Todos se prepararon y se vistieron. Llegamos todos al lugar y comenzó la boda. Una vez que dijeron sus votos y besaron, tuvimos una gran fiesta después. Todos empezaron a bailar, reír, beber y comer. Fue un gran momento. Sin embargo, esa noche perdí mi reloj favorito, lo que me entristeció.

El domingo por la mañana fue malo. Me desperté con un gran dolor de cabeza y habiendo perdido el reloj. Tuve que empacar mis maletas y prepararme para mi vuelo de regreso a casa. Lo pasé muy bien en la República Dominicana como siempre.