Mi cirugía

A los 17 años en el 2019,  iba a cambiar mi vida en una manera que no me pude imaginar.  Yo nunca pensé que me tocara cirugía y tenía lo que tenía.  Una a veces no ve en cómo puede ser más seria o peligrosa la situación.  Yo vivo con mi mamá, una hermana con un hermano menor que yo, y mi padrastro.  Esto fue en julio.  Mi abuela estaba ahí también porque ella siempre viene en los veranos de Colombia. 

La que estuvo ahí para mi más en el momento fue mi abuela.  Me estaba tratando de dar cosas para el dolor pero nada funcionó.  De suerte, como fue en julio, no estaba en la escuela en el momento.  Eso habría sido duro porque ese fue mi último año.  Si a mí me paso esto mientras estaba en la escuela, hubiera afectado a mis notas y pudo ser un problema por el tiempo que no pudiera asistir a mis clases. 

Empezó como un día normal.  Yo estaba durmiendo y sentí un dolor raro en mi lado derecho pero lo ignoré. Pensé que si me dormía, de pronto se me quitaría.  Volví a dormir y esta vez que me levanté para empezar mi día, todavía lo sentía.  Más tiempo que pasaba, más fuerte fue el dolor en mi lado derecho.  Lo que hice fue que yo me acostaba en un lado y me quedaba quieta.  Así no sentía tanto dolor, pero cuando me movía, era horrible.  Mi abuela me ayudó durante el día hasta que llego mi mamá.  Cuando llegó mi mamá, le conté de mi molestia y esperé un rato más a ver si se me quitaba, pero ahí fue cuando ya no pude más con la intensidad. No fuimos al hospital de emergencias, sino a una consulta de emergencias.  Cuando me vio el doctor, me revisó y dijo que me iba a mandar en una ambulancia al hospital porque parecía apendicitis.

Llegó la ambulancia y me llevaron al hospital de Elmhurst, donde empezaron a hacerme exámenes. Después salió en los exámenes de mi sangre que tenía infección pero estaban buscando en dónde.  Me hicieron tomar una botella de agua para poder hacerme unos rayos X.  Eso se demoró porque estaba vomitando. Entonces, no tenía liquido en mi sistema.  Como a las 5 de la mañana me lo pudieron hacer por fin.  A las 7 de la mañana me dijeron que necesitaba cirugía porque tenía apendicitis.  Pero me tocó esperar unas pocas horas.  Mientras esperaba, me dieron antibióticos para la infección.  Con esto se me calmó mucho el dolor, pero no al 100%.  O sea, no podía caminar derecha. Ya a las 3:40 de la tarde, entré para cirugía y no desperté hasta las 5:15 de la tarde.

Cuando me desperté, me sentí tan contenta porque ya no tenía ese dolor tan horrible en mi lado. Lo único malo fue el dolor de la cirugía pero yo preferí ese dolor que el de apendicitis.  Me dejaron ir a casa esa misma noche. Como era menor de edad, mi mamá,  se quedó conmigo todo el tiempo en el hospital.

Desde ahí, aprendí algo muy importante.  Aprendí que uno sin la salud NO ES NADA.  Es tan importante y tienes que ver lo que comes.  Si tienes un problema con tu cuerpo, lo tienes que tomar en serio, aunque sea una cosa que crees que no importa, porque ese fue mi errror. Siempre decía qué me va pasar, nada me va pasar, estoy bien, y después la vida me dio eso.  Yo cambié mi dieta completamente y dejé de comer cosas que no puedo comer por mi estómago.  Desde que hice ese cambio, cambió mi estilo de vida.  Mi cuerpo se sentía diferente, mejor, tenía más energía, y lo más importante, estaba contenta.  

Toma la salud en serio porque una nunca sabe qué puede pasar.  Solo tienes un cuerpo, cuídalo.