El sacrificio de una buena vida

La persona que he entrevistado es alguien alto, tiene una apariencia que da miedo, pero en el fondo es amable y cariñoso. Se llama Pedro Aguilar y tiene sesenta y cinco años. Es mi abuelo, pero todos nosotros, que somos sus nietos/as, le decimos papito. Mi papito es una persona amigable, honesto, y trabajador que logró todo por venir a los Estados Unidos. Nació y vivió en Lima, Perú, pero tuvo que venir a los Estados Unidos por tema de trabajo y la economía no estaba bien.     

La forma como mi abuelo se enteró cuando supo que tenía que viajar a los Estados Unidos fue en camino de su casa en el mes de septiembre en el año 1985.  Recibió la noticia cuando recibió una llamada.  Él había aplicado para la visa pero no supo si se la iban a dar o no. Cuando se enteró, sintió felicidad y mucha alegría porque siendo el mayor de los doce hijos, para todos era un orgullo ser el primero en haber aceptado su visa. 

Por la razón que la economía no era fácil y no había oportunidades de encontrar trabajo, mi Papito no tuvo otra opción que irse. Ya se estaba acercando el día y la angustia que tenía no lo dejaba tranquilo. Cuando llegó el día de despedirse era un momento muy triste porque sabía que tenía que ir solo y dejar a su familia atrás, pero también sintió alegría porque iba a luchar por encontrar lo que todos quieren: “La vida americana”.

Su experiencia cuando recién llegó a los Estados Unidos no era lo que esperaba, porque la vida era difícil. Por ejemplo, vino solo, tenía que comenzar de cero y dejó todo atrás. No fue fácil para él porque tuvo muchos obstáculos. Por ejemplo, al aprender el inglés, no sabía cómo hablar o entender el idioma. Otro ejemplo es que tuvo que adaptarse a su nuevo hogar y hacer nuevas amistades. Su primer trabajo que tuvo no fue fácil pero tuvo la ayuda de otros trabajadores que lo apoyaron. Finalmente con el tiempo se fue acostumbrando y pudo sacar su familia adelante, por eso entrevisté a mi abuelo. Mi abuelo me enseñó la importancia de cómo sacar a su familia adelante. Todo lo que tuvo que luchar para conseguir lo que quería lograr.