Entrevisté a mi papá Benjamín Martínez, quien tiene 71 años de edad y en 1971 cruzó la frontera ilegalmente desde México hacia Estados Unidos con la motivación de salir de la pobreza en la que vivía en su estado natal de Sinaloa. 

El punto fronterizo que cruzó Benjamín fue desde Tijuana México a San Diego California caminando.  Después de tomar el tren que lo llevaría de San Diego a Los Ángeles, se encontró que había muchos marines de Estados Unidos en el vagón. Mientras estaba dentro del tren, los oficiales de inmigración se subieron a revisar a los pasajeros. Hay fue donde un marino africano-americano le pasó un periódico para que se cubriera la cara y pareciera que lo estaba leyendo. Al pasar, los de inmigración no lo notaron y se fueron. El Marín entonces le hizo una señal a Benjamín con la mano de que todo estaba bien. Benjamín estaba muy agradecido. Desde ese momento, empezó su nueva vida.

Al llegar a California se estableció en la ciudad de Pasadena y tuvo su primer empleo en un restaurante como lavaplatos. Al pasar el tiempo, sentía que tenía que hacer algo más y decidió mudarse a la ciudad de Paramount con ayuda de un amigo. Hay empezó un nuevo trabajo en una mueblería arreglando muebles. Después de esa experiencia Benjamín cambio de trabajo muchas veces y al final se estableció en una fábrica en el centro de Los Angeles como cortador de telas. 

Con el paso del tiempo,  empezó una nueva vida pero ya no como inmigrante. En 1985 obtuvo su residencia permanente para estar legalmente en el país por medio de la amnistía del entonces presidente Ronald Reagan.  Él Gracias a ello, tuvo la oportunidad de buscar mejores empleos. 

Con el tiempo, Benjamín se mudaría al sur centro de Los Ángeles donde buscaría un rumbo distinto. En esa ciudad inicio su intento de tener una familia. Ahí conoció a una mujer de Guatemala con quien se relacionó y tuvieron 6 hijos. Con los años su relación fracasó y buscó mudarse de nuevo. Al paso de los años, con sus hijos ya más grandes, Benjamín intento una vez más rehacer su vida y diez años después conoció a una mujer muy especial para él con quien tuvo 3 hijos.  Con el paso del tiempo esa relación también fracasó y ahí terminaron los intentos por tener una familia estable. Benjamín nunca más intento reiniciar su vida sentimental. 

Después de varios intentos y búsquedas de nuevas oportunidades Benjamín cometió varios  errores que lo llevaron a truncar esos sueños y a la deportación en el 2003, pero no pierde la fe de algún día regresar y realizar otro viaje y hacer una nueva vida.