Quiero contarles la historia de mi mamá cuando vino por primera vez a los Estados Unidos. Vino de la República Dominicana. Era joven y buscaba una mejor oportunidad en su vida, no solo para ella, sino también para sus hijos. Mi mamá ha pasado por muchas cosas y por esto ha aprendido mucho. Con todo estos conocimientos ha podido darnos una mejor vida a mis hermanos y a mí. 

Llegó en septiembre del año 1989. Tenía solamente 17 años. Llegó de noche con su familia por avión y se sintió impresionada por estar en un nuevo país. Sus padres tomaron esa decisión de traerlos aquí para que tuvieran más oportunidades de trabajo y educación en vez de trabajar en un factoría. 

Cuando llegó, decidió terminar la universidad pero tenía un poco de dificultad con su inglés. Duró más tiempo de lo que esperaba en aprenderlo porque estaba trabajando y el método de enseñanza en los Estados Unidos era muy diferente al de la República Dominicana, entonces tenía que acostumbrarse. Pero ella fue muy dedicada y paciente. Con el tiempo, su inglés mejoró. Mientras aprendía la lengua de este país, hizo amistades con las que podía hablar español. Después se graduó de la universidad. Estudió contabilidad y ha estado trabajando con la ciudad de Nueva York por los últimos 20 años. 

Mi mamá me ha enseñado muchas cosas y yo soy el hombre que soy hoy por ella. Ella, para ser una buena influencia para sus hijos, aprendió muchas cosas durante su vida y siempre nos estaba educando. Le estoy muy agradecido. Si ella lo pudo hacer, yo puedo también.