Cuando creces, más aprendes

Ana Estrada, así se llama mi mamá, tiene 42 años de edad, es una persona muy amable, es de esas personas que uno les agarra amor rápido, pero también como todas las personas tiene su humor como a veces se enoja o está feliz.  pero de lo contrario, es más amorosa, que da todo por sus hijos y su familia. Ha sido una de las mejores personas que puedo tener en mi vida porque me da ánimos de seguir adelante y ser una mejor persona. Mi mamá se dedica a ser ama de casa, pero también trabaja con mi papá en el negocio que él tiene. La historia que voy a contar es sobre todo lo que le paso con sus hermanos mientras su mamá trabajaba en una boutique y ella se hacía cargo de ellos. También  iba a la escuela, aun así teniendo dificultades.  Su historia me hace sentir que todo es posible en esta vida, pero todo requiere un esfuerzo para poder lograr lo que uno quiere.

La persona que más tuvo influencia en mi mamá fue mi abuelita, quien hizo que mi mamá desde muy chiquita fuera adquiriendo responsabilidades. Mi mamá se dedica a ser ama de casa, pero también trabaja con mi papá en el negocio que él tiene. Ella cuando tenía aproximadamente como 7 años edad, Le tocaba cuidar a sus hermanos, hacerles su comida, hasta a veces le tocaba lavarles la ropa de la escuela para que ellos se fueran limpios a estudiar. En cambio, ella estudiaba en la tarde, siempre cuidaba de sí misma le tocaba tomar buses para ir a la escuela. Al salir de estudiar, se iba a un lugar que se llamaba Casa del Niño, donde ahí cuidaban a sus hermanos y a ella porque su mamá trabajaba en una boutique que, quedaba lejos. Al salir su mamá de trabajar, los pasaba recogiendo, aunque mi mama dice que algunas veces su mamá salía tan tarde de trabajar que les tocaba quedarse ahí a dormir porque a las 5 pm ya no entregaban los niños a los padres. Ella dice que en esa guardería, aprendió a hacer muchas cosas diferentes hasta a cocinar. Tuvo un mal tiempo económico en su vida, mi mamá hacía bolsitas con palomitas, mangos en miel, chicharrones, etc. sus hermanos eran los encargados de vender lo que ella cocinaba y con la venta ellos se ayudaba económicamente.

La historia de mi mamá fue una historia algo triste, pero al final es una crónica que ella siempre se acordara sobre cómo fue su vida de pequeña y de comó sobrevivió a la falta de recursos que tenía en ese tiempo. Aun así disfrutó su niñez con sus hermanos  aunque ella nunca se imaginó que iba a pasar por tantas cosas de mandar a vender comida a sus hermanos o de llegar a cuidarlos como si fuera su mamá. Pero así es la vida, no todos nacemos en cuna de oro, a algunos nos toca luchar para poder sobrevivir.