Mi nombre es Nicholas D. Ramírez, Yo voy contar un historia de un mujer que se llama Ivonne Ramírez, mi mamá. Ivonne tiene 42 años, es madre de 2 dos hijos y esposa de mi papá. Es muy trabajadora y educada, pero también es alguien de voluntad fuerte y apasionada por su trabajo. Ivonne es de Ecuador y vivió allá muchos años de su vida.
Ella fue a la escuela y le gustó mucho, y cuando llegó a la universidad, se matriculó en computación porque era bien inteligente con las matemáticas. Pero no pudo terminar la escuela en Ecuador porque conoció a mi papá, David Ramírez. Ellos llevan muchos años juntos.
Después mi papá llevó a mi mamá a los Estado Unidos para casarse. Mi mamá comenzó a estudiar otra vez en una universidad de Nueva York. Para Ivonne esto fue un poco difícil porque todo era en inglés, pero eso no la paró. Cada noche pedía a David que le ayudara a hablar inglés y también practicaba solita para pasar sus clases y más. Mientras tanto, ellos me cuidaban porque cuando yo era pequeño mi mamá estaba en la escuela y trabajando, y mi papá se quedaba conmigo hasta que llegaba mi mamá y después se iba a trabajar.
Trabajar aquí fue diferente a Ecuador, principalmente porque ella tuvo que aprender hablar inglés. Recuerda con mucha emocion su primer trabajo en los Estados Unidos. A los tres meses de haber llegado a este país, comenzó a trabajar en McDonald, donde hizo muchos amigos, los cuales hasta la actualidad siguen en contacto.
Ivonne cuenta que tenía muchos sueños, como todos los que imigran a este país: “el sueno americano”. El idioma fue una de sus más grandes barreras, la cual la motivó a estudiar. Empezó a ir a clases gratis de inglés por las noches y trabajar por el día.
Ir a la universidad era una de sus metas y la pudo completar con mucho esfuerzo. Con la llegada de su primer hijo tuvo que cambiar de trabajo y todo se le complicó un poco más, pero lo pudo lograr. Actualmente se encuentra trabajando en un hospital como coordinadora del Departamento de Colonoscopia y está feliz de haberlo logrado.