Cosas desafortunadas de la vida

Un verano trágico e inesperado. Éramos una familia llena de felicidad y alegría. Claro que esto fue antes de que los fallecimientos más dolorosos ocurrieron. En nuestra casa vivimos mi mamá, papá, hermano, mi hermana y yo en Queens, New York. Hemos sido una familia muy unida. Mis tíos eran de parte paterna y en total eran cinco, cuatros varones y una hembra. Tres en total ahora. Los dos tíos que fallecieron y yo teníamos una relación buena, pero toco pasar mucho tiempo sin vernos porque ya casi no viajaba para la República Dominicana, ni para Connecticut tampoco por los estudios y el trabajo. 

Desde que era niña recuerdo pasar muchas de mis vacaciones en la República Dominicana y siempre con una sonrisa jugaba mucho con mis primos y primas. Viajaba con mi familia durante los veranos y para las navidades. También estudié por un tiempo en un colegio por dos años el segundo y el cuarto año para no faltar en mis estudios. En Junio 25 del 2023 a los 25 años, regrese a lo que terminó siendo un domingo triste, nervioso, y soleado. Un día que cambiaría todo desde ese entonces. Nos dieron la noticia de que nuestro tío Raúl ha fallecido a los 36 años debido a un cáncer.   

 Por un par de años había peleado contra el cáncer y mis padres viajaban mucho en un año para asegurarse que todo estuviera bien con él y también para ayudar a su mamá que también vivía en Santo Domingo con nuestro tío Raúl que también tenía una condición. Mi papá se fue el viernes anterior a que muriera con uno de sus hermanos y su hermana para pasar sus últimos días con su hermano. Mi mama y yo no pudimos encontrar un vuelo para el domingo pero si pudimos comprar boletos para el viaje a la República Dominicana para el próximo día. Tuvimos que preparar nuestras maletas de repente. Velamos a nuestro tío el martes y la próxima semana lo inesperado ocurrió.      

 Julio 7, 2023 otro día pesado, y lleno de angustias  para nuestra familia. Estábamos todavía en la República Dominicana y nos llamaron para informarnos que un familiar  había fallecido. Mi tío Rafael murió de una sobredosis a los 39 años y tenía muchas batallas que estaba peleando por dentro, él vivía en Connecticut con sus 2 hijas y esposa. Lo que más le dolió fue que no pudo ir a ver a su familia antes y no pudo velar a su hermano menor después de 13 años sin verlo. Debido a que no podía viajar por algunos asuntos legales que pasaron años atrás. Tenía 4 varones y 2 hembras, 6 hijos en total y un hijo más en camino en un par de semanas.  

Después de las tragedias, mi papá trajo a su mamá de regreso a los Estados Unidos para que no estuviese sola durante este tiempo de luto. Pero claro que las cosas cambiaron drásticamente entre todos. Ya nada es igual. Su mamá regresó a la república dominicana recientemente porque  sentía un desencanto de estar aquí sin sus otros hijos. Los cumple años se sienten extraños ya que no están y los días de fiestas como el día del pavo y la navidad se van a sentir vacíos entre la familia. Con todo lo que ha pasado he aprendido a valorar más las cosas de la vida y apreciar a los que siempre han estado conmigo en las buenas y en las malas. La muerte es algo inevitable, que a veces uno mismo no quiere aceptar, pero es lo que nos hace humanos. Pero así es la vida, no todo es color de rosas. Y todo por más desagradable o por más lindo que se vea pasa por alguna razón desafortunadamente. La vida es una y el mundo sigue corriendo aunque pasen cosas desafortunadas. Hay que seguir alegres y con la frente en alto para seguir hacia delante. Siempre los tendremos en nuestros corazones y su memoria seguirá viva mientras nosotros vivamos.