Los cuatro goles

Mi interés por el fútbol comenzó cuando era pequeña. Al crecer, jugaba con mis hermanos y amigos. Siempre soñé en ser parte de un equipo, pero mis padres no tenían suficiente dinero. En 2017, me apunté a mi primer equipo en Beach Channel High School, Nueva York. Mi hermana mayor ya jugaba en el equipo y estaba muy feliz que al fin íbamos a jugar juntas. Para prepararnos, practicamos juntas antes que yo entrara en el equipo. 

Al llegar a la cancha de fútbol, mi hermana me presentó a todos y me saludaron con sus nombres, me sentí contenta en conocer a mis compañeras por primera vez. Era un martes a las 9 a.m. con la temperatura fresca. Como el equipo tenía mas miembros, la entrenadora estaba emocionada. El primer día hicimos ejercicios para determinar el nivel de todas. Después ella nos dijo qué uniforme que comprar y qué útiles tener para la temporada. Para prepararlos para los diez partidos que íbamos a jugar en la temporada. Fuimos a comprar nuestros útiles el día siguiente. Estábamos muy felices de comprar zapatos de fútbol nuevos. Practicamos cinco días al la semana después de la escuela de 3 a 6 p.m. para prepárenos para los partidos que íbamos a jugar.

Llegó el día de nuestro primer juego, estaba contenta pero también pensativa porque estaba nerviosa en cometer un error aunque la entrenadora me explicó la reglas en como jugar en equipo no me sentía segura. Mientras jugaba, mi hermana me ayudó a comunicar y durante de el partido ella me dijo: “Tú puedes hacerlo“. Cuando finalmente recibí la pelota, me sentí feliz, pero no estaba segura de qué hacer de inmediato. Aunque sentí que todos me miraban en ese momento, reflexioné sobre todas las practicas que teníamos y decidí qué haría a continuación. Después de marcar cuatro goles en ese mismo partido, mi familia me invitó a cenar a modo de celebración. Durante la temporada no siempre ganábamos pero aprendí en qué mejorar.  

El año después mi entrenadora me dio el honor de ser una de la capitanas del equipo. Era uno de los mejor días de mi vida, aunque no sabía cómo ser capitana durante los dos años, mis compañeras me respetaban, eso me hizo sentir cómoda. Desde hoy en día todavía juego el fútbol en un equipo con mi hermana. Jugando con mi primer equipo en la High School aprendí mucho en cómo comunicarme y jugar en equipo.