Recuerdos

Hace muchos años, mi abuelo, Papá Miguel, falleció. Era una persona muy amada en mi familia. Cuando él murió, impactó a muchos familiares y también a las personas que lo conocían. Yo llamé a mi prima, la persona que era más cercana a él a averiguar cómo su muerte cambió su realidad.  

Mi prima se llama Elainy, es una persona increíblemente amable y accesible. Irradia una calidez genuina que hace que los demás se sientan cómodos a su alrededor. Tiene mucha pasión por sus intereses, y se puede ver en la forma en que los hace con mucha alegría. Con su amor por la moda, puede expresar su creatividad con su estilo único de vestir. Las críticas que los demás tienen, ella no las deja ir a su corazón y se las arregla para ser ella misma.  Al mismo tiempo, se toma muy en serio sus estudios.

Ella le tenía mucho cariño porque la situación familiar era muy complicada legalmente y no podía vivir con su mamá ni su papá cuando él todavía estaba vivo, entonces por casi toda su vida ella vivió en la casa de nuestra abuela Mamá Agueda. Ella llama a nuestro abuelo “papá” porque se crio con él por más tiempo que su padre actual, y su ausencia le pesa mucho. Casi a la misma hora todos los días, cuando estaba en casa, papá tocaba la guitarra (que aprendió de su maestro ciego) y cantaba canciones con su tono de voz sordo. En su momento, a mi prima le molestaba, pero ahora lo echa mucho de menos. 

Cada vez que ella estaba triste, él le hablaba con voz de el pato Donald para hacerla sentir mejor. De todos los misterios de este hombre, esta voz era el más grande. A pesar de que era muy silencioso y reservado, sus afectos por su familia eran obvios. Su lenguaje de amor era dar tiempo de calidad y se aseguró de tener algo de tiempo de unión, incluso si no ha dicho una palabra todo el día. Estaba bien simplemente pasando el rato en silencio. La llevaba con él a la parcela de tierra que poseía y cosechaban maní. Esto tomaba alrededor de una hora y es uno de los mejores momentos de unión con él. 

La relación entre Elainy y nuestro abuelo, Papá Miguel, muestra lo importante que es el cariño y la influencia que alguien puede tener en la vida de otra persona. Los recuerdos de Elainy nos enseñan que lo que realmente importa no son solo las palabras o lo que se hace, sino cómo alguien marca nuestra vida y deja un recuerdo imborrable en el corazón. La presencia tranquila pero especial de nuestro abuelo dejó una huella que jamás se olvidará en la vida de ella, demostrando lo valiosos que son esos momentos compartidos que se convierten en tesoros para siempre.