La protagonista de mi crónica es mi mamá. Es una persona llena de emociones y esa es una característica importante para la historia que voy a contar. Viene de una familia humilde que siempre pasaban el tiempo juntos. Es la menor de siete hermanos pero la más sincera. También es muy cariñosa y siempre toma en cuenta a muchas personas que son parte de su vida. La historia que voy a contar es de cuando ella dejó todo en Ecuador y vino a los Estados Unidos por primera vez. Viajaba sola, así que no fue fácil. Tampoco sabía inglés entonces era muy difícil comunicarse al llegar acá.
Mi mamá tenía veintitrés años cuando iba a venir a los Estados Unidos. Nunca había viajado en un avión entonces era una experiencia nueva e intimidante al mismo tiempo. La razón por la cual vino fue porque estaba casada y mi papá consiguió trabajo entonces vivía acá. Esa decisión tuvo sus consecuencias porque eso significaba que tenía que dejar a toda su familia y comenzar una vida nueva en los Estados Unidos. El viaje fue estresante para ella al tener tantas cosas en su mente mientras vivía una experiencia completamente nueva. Ella sintió un poco de arrepentimiento durante el viaje al no saber cuándo volvería a ver a su familia.
Al llegar a los Estados Unidos sintió un poco de alivio, pero eso solo era el comienzo. Llegó a una ciudad enorme con tantos edificios y rascacielos y eso era algo que jamás había visto. Ella venía de una ciudad muy pequeña en Ecuador así que era algo maravilloso y sorprendente. Obvio que lo más difícil era la comunicación porque no hablaba nada de inglés, pero poco a poco fue aprendiendo ciertas palabras que le ayudarían. Después de tan largo viaje y tantas emociones mezcladas, ella por fin se encontró con mi papá y eso era lo más importante para los dos.
A pesar de que su vida cambió completamente, ella no cambiaría nada. Al final todo salió bien y llegó a entender que las cosas en la vida suelen pasar. Si tuviera que darse un consejo a sí misma en el pasado, sería que debería de aprovechar un poco más cada uno de los momentos que tuvo con su familia. El tiempo en la vida pasa muy rápido y en cualquier momento tu vida puede tomar otra vía.
Pensando en el pasado y al darse cuenta todo lo que pasó para llegar a donde está ahora, mi mamá no se arrepiente de nada. Aunque es una persona muy sentimental, sabe que las cosas pasan por ciertas razones y todos los desafíos que le dio la vida la volvieron en la persona que es hoy. Lo que más le asustaba y estresaba durante el viaje era que no sabía cuándo volvería a ver a sus padres. Ahora viaja a Ecuador a visitar a su familia frecuentemente y eso es algo que se ha vuelto en tradición para ella.