La protagonista es mi abuela, se llama Luisa Aguirre y tiene 77 años. Yo la amo con todo mi corazón y es como mi segunda madre. Cuando iba mi mamá a trabajar, ella me cuidaba todas las veces. Me llevaba a la escuela, mis prácticas, al doctor, y mucho más. Es una de las mujeres más fuertes que conozco. Su personalidad es bien fuerte pero también divertida. Cuándo es hora de ser seria se concentra y es muy inteligente y trabaja duro. Ella me enseñó muchas lecciones de vida.
Desde joven mi abuela quería venir a Estados Unidos. Nació y creció en su país, Perú. Vivía con su familia hasta la edad de 20. Eso fue cuando decidió viajar aquí. Sabía que no iba a ser fácil pero todavía lo hizo. Lo hizo para tener mejores oportunidades y dar a su familia un mejor futuro. Aunque le dolía dejar a su mamá, papá y hermanas sabía que era por algo bueno. Recuerdo que me dijo que su mamá le dijo antes de irse “no mires atrás y sigue adelante”. Esto me chocó un poco porque sé que su mamá estaba triste. También vino con mi abuelo. Entonces ellos pasaron por la mismo cosa. Mi abuela quería que también venga su familia pero no pudieron.
El camino a Estados Unidos no fue fácil y feliz. Saliendo de Perú, tenía que cruzar un río. Eso fue uno de los partes más difíciles. Había gente que no quería pasar el río o se ahogó debido a lo hondo que estaba. Ya cuando pasó necesitaba usar un bote también para llegar de un sitio al otro. Demoró muchos días llegar aquí. Ella se acuerda que durante su viaje solo pensaba en sus padres y hermanas. Quería llegar para ellos, para hacerlos feliz y para que ellos supieran que llegó sana y salva. Llegando aquí, no tenía donde vivir por un rato. De mientras, mi tío trabajaba en apartamentos, entonces dejó que mis abuelos vivieran en el sótano. Vivieron en Manhattan, en el East Side por unos pocos meses. Después mi abuela encontró un trabajo en Grant Street Settlement.
Poco a poco mis abuelos comenzaron a juntar plata y ahorrar. Luego pudieron pagar una habitación en un apartamento. Mi abuela trabajó muy duro para darle todo a sus hijas. Con el tiempo, pudo obtener su ciudadanía y pudo viajar para ver a su familia. Está agradecida por todo lo que tiene. Aprende que cosas en vida no es tan fácil como crees. A veces piensas que lo tienes difícil pero luego tienes que sentarte y pensar lo difícil que era antes para tu familia. Escuchando su historia me hizo apreciar lo que tengo 100 veces más.