En este relato personal, voy a hablar sobre mi primera vez visitando Quito, Ecuador por el funeral de mi abuelito. Esta vacación iba ser una chimba porque iba a ir con mis hermanos y fue la primera vez que todos estuvimos juntos en un avión. En este momento, tenía 25 años. Yo estaba muy emocionada de ir a Quito pero ya me di cuenta de que esta vacación iba ser muy dura para mi abuelita. Tenía que estar al lado de ella para apoyarle.

Cuando yo llegué a Quito, me dio mucho frío. El clima de Quito es muy similar al de Bogotá, siempre frío. La primera cosa que tuve que hacer fue comprar un poncho de los mercados. Después de visitar los mercados, fuimos a la casa de mi abuelita. Para mí, esta fue la primera vez visitando la casa. Yo estaba muy emocionada al saber que mi abuelita tenía esta casa por ser tan trabajadora toda la vida. Esta casa parecía como de ricos. Mi primer día en Quito fue para descansar y pasar tiempo con mi abuelita.

El funeral de mi abuelito fue muy duro para todos. Yo tuve que estar al lado de mi abuelita casi todo el tiempo. Es muy duro ver a alguien que es familia llorando así de duro. Todos estaban muy emocionados por lo que estaba pasando. Yo recuerdo el sentimiento en mi pecho, pesada. Pero tuve que estar pendiente de mis emociones, no quería que mi abuelita me viera llorando.

Cuando terminó el funeral, fuimos a celebrar la vida de mi abuelita. Todos mis hermanos estaban juntos, esto fue algo muy grande para mí. Casi nunca tengo tiempo en mi día para estar con todos ellos a la misma vez. Estuvimos abrazando, sonriendo, tomando y bailando. Mi abuelita invitó a una banda de mariachis para cantar. Los mariachis son algo muy grande en fiestas latinas.

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