Para mi crónica, me gustaría contar la historia de inmigración de mi mamá. Le hice preguntas sobre cómo llegó a los Estados Unidos, por qué decidió emigrar y cuánto esfuerzo para planear hizo antes de emigrar a los Estados Unidos. Quería saber más sobre la historia de cuando cruzó la frontera. Creo que era un momento que le cambió la vida para siempre. Por esa razón quiero descubrir toda la historia del antes, durante y después de emigrar.

La protagonista de mi crónica es una mujer que nunca se rinde por nada. Una mujer amable con todos y que hace todo lo posible para sus hijos. Cualquier trabajo lo hace con honor y sin vergüenza. Siempre la veo con una sonrisa en la cara. Esa es mi mamá.

Cuando primero llegó a los Estados Unidos tenía solo 16 años. No sabía hablar inglés y lo pasó difícil tratando de hablar con la gente. Imagínate viviendo la vida como adulto pero todavía siendo tan joven. Lo peor fue cuando no pudo entender la diferencia entre un tren local y un tren expreso que anunció MTA por los altavoces. También tuvo dificultad entendiendo las calles de Nueva York, que eran tan diferentes de las colonias de México. Se creyó perdida en Queens. Con perseverancia y un poco de miedo pudo lograr regresar a un punto donde recordar el camino para regresar a su apartamento.

Empezó a trabajar en una fábrica de telas con máquinas industriales. Aunque el trabajo fue duro y con poco pago tenía que mantenerse y se quedó en el trabajo con la esperanza de obtener experiencia en la fábrica de telas. A pesar de trabajar tanto, unas de las cosas que extrañaba mucho fue el amor de su mamá, mi abuela. Pero con el miedo de no poder regresar decidió quedarse en Nueva York con la esperanza de ir en otros tiempos.

Con la llegada de mi hermana tuvo que terminar de trabajar ya que tenía dificultad tratando de balancear las dos cosas. Por fortuna, tenía a mi papá y a mi tía, que le ayudaron a descansar y a cuidar a su hija. Ahora tenía una nueva responsabilidad, ser mamá. También decidió tomar clases de inglés para poder hablar más fácil con la nueva gente que iba a conocer en la escuela de mi hermana. Gracias a esos programas puede entender el inglés con facilidad y le dio nuevas oportunidades de trabajo el poder hablar dos idiomas.

Aunque nunca tuvo un plan de lo que quería hacer de trabajo, el universo le dio la oportunidad de ser una niñera para una familia en que la tratan muy bien y está feliz con lo que hace, que es lo más importante.

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