Una nueva vida

Mi novio Brian es una persona que ha tiendo que crecer demasiado rápido. Él tiene 21 años y vino de la República Dominicana a los Estados Unidos cuando era un niño. Como su papá trabajaba todos los días y su mamá estaba en la República Dominicana todavía, Brian estaba muy solo, sin la guía de sus padres. Hoy en día, vive en el Bronx con su padres y hermanos, mayor y menores. En el verano, se graduó con su Graduate Equivalency Diploma o GED (un examen que equivale a un diploma de escuela secundaria) y quiere ir a la universidad para aprender a reparar vehículos.

Brian nació en Santo Domingo, República Dominicana en el año 1999. Por lo regular, la niñez en la República Dominicana es tranquila, que los niños pueden vagar libremente, ir a la plantación a disfrutar de los frutos o ir al río y jugar en el agua todo el día. “Mi vida en la República era una niñez regular. Yo era pequeño, solo me interesaba correr, jugar, explorar, interactuar” dijo él. Fue interesante la palabra que Brian usó para describir su vida durante su niñez. “Una vida normal, criolla”. Se puede pensar que es difícil dejar una vida así. Brian viajó a Estados Unidos dos veces antes de decidir quedarse en Nueva York : “Vine la primera vez cuando tenía ocho años. Solamente vine a visitar durante tres meses y después volví a la República Dominicana por un año hasta que volví para quedarme definitivamente.”, me contó Brian.

Viajar por la primera vez puede ser una experiencia inolvidable. Le pregunté sobre cómo se sentía cuando se montó en el avión y al llegar a Nueva York. Me dijo: “Nada más, y nada menos que sorprendido, ya cuando estás en territorio nuevo solo te enfocas en observar, interactuar, y explorar para aprender en cómo mejor adaptarse más como un niño, como era yo antes. Pues sí, solo todo era un wow! Todo me sorprendía, todo era fascinante.” La primera vez que estuvo en la ciudad, entre la bulla y filas de carros, quedó impresionado por los taxis: “ Los taxis amarillos fueron muy, muy, muy, muy interesantea, muy fascinante. El taxi amarillo, es un ícono. En la televisión siempre los ves en cualquier canal o cualquier televisión, cualquier show. Siempre ves los taxis amarillos de Nueva York al verlos en persona. Eso fue muy, muy fascinante.”

En un nuevo país le tocaba comenzar una vida nueva. Comenzando con la escuela y familiziarse, aprender un lenguaje nuevo. Le pregunté cómo había sido su experiencia en la escuela en el principio cuando no sabía bien el lenguaje y me dijo: “Definitivamente me sentía rarito. La cultura era muy diferente. El lenguaje, obviamente, era súper diferente. Pero, sobre todo no me sentí deprimido ni, tan solo, solo que me sentí diferente. Ya después de un tiempo en que me acostumbré, aunque todavía no entendía, pero me había acostumbrado a la vida y definitivamente me sentía mejor”. También le pregunté cómo aprendió el inglés y me dijo: “En mi camino al aprendizaje del inglés tengo que darles muchas gracias a mis maestros de cuarto y quinto grado. También tengo que darle gracias al programa Rosetta Stone. Fue muy interactivo, muy divertido, pero sobre todo doy gracias a las caricaturas. No entendía, pero veía caricaturas fielmente y llegaba a un punto que empecé a entender y a reconocer palabras y letras mientras lo escuchaba. Y así practicaba”.

Un recuerdo indeleble era su primera experiencia con un plato de comida dominicana echa con ingredientes de los Estados Unidos. La mayoría de los productos de comida en Estados Unidos son procesados y contienen algunos químicos eh preservativos que interfieren con la autenticidad del sabor: “La comida dominicana tiene su propio sabor criollo y allá los ingredientes son más naturales, definitivamente son mas sabrosos”. Me explicó que el primer plato dominicano que comió en el continente fue arroz con habichuela y pollo.  Me dijo: “El pollo no se sabía igual, el pollo no sabía igual de fresco. Al   sazón definitivamente le faltaba algo que lo familiarizace. O sea, el plato era igual, pero no sabía igual y definitivamente era la diferencia en la consistencia del sabor de las especies.”

Esta entrevista reveló muchas ideas, pensamientos y perspectivas sobre Brian. A pesar de todo esto, no dejo que esto hiciera que se le olvidara su cultura original. Al contrario, venir a este país solo hizo que él se motivara a adaptarse a una cultura nueva en su vida y añadir partes de su cultura a su rutina diaria.