Mi padre es amable, generoso, simpático, gracioso, trabajador. Estas son algunas de la características que tiene. Su nombre es JLS y tiene 53 años. Él es de la República Dominicana y nació en un pueblo pequeño de gente muy humilde. Tiene 11 hermanos y era muy difícil para sus padres poner comida en la mesa cuando él era niño. Cuando su madre cocinaba arroz, sus hermanos y él competían por quien se comía el concón (el arroz pegado en la olla).
Tuvo que ponerse a trabajar desde los 9 o 10 años en un taller y en un colmado. Mi padre paró de ir a la escuela cuando tenía 16 años porque tenía que trabajar. O sea mi padre tenía una vida que puedes caracterizar de difícil. Y después todo cambio en su vida cuando decidió ir a los Estados Unidos.
De sus 11 hermanos, él fue el quinto en emigrar a los Estados Unidos. Llegó en enero 1995 cuando tenía 23 años. En el proceso para inmigrar, recibió ayuda de personas que ayudaban a otros a cruzar la frontera de manera ilegal. Tuvo que comprar un boleto para ir a Montreal, Canadá. Y desde Canadá fue a Boston, Massachusetts y después llegó a Nueva York en un vehículo. Era un viaje largo y solitario pero lo logró. Él tenía un lugar donde vivir que era una casa con sus hermanos y tenía que compartir una habitación.
Mi padre vino aquí por muchas razones con las que muchos inmigrantes se pueden relacionar. Él tenía un objetivo y es trabajar. La siguiente semana buscó un trabajo en Chinatown que era en una factoría de hacer queso chino. Fue un trabajo duro, pero lo aceptó con determinación porque sabía que era el primer paso para cumplir su sueño. Después de ese trabajo, mi papá obtuvo su licencia para trabajar como taxista de limosinas. Este fue un gran logro para él porque le permitió ganar más dinero. Con sus ingresos, enviaba dinero a sus padres en la República Dominicana y también a su novia, que luego se convirtió en mi mamá.
En su tiempo libre, le gustaba salir con su primo a explorar Manhattan. Iban a downtown para pasear y disfrutar del ambiente. También visitaba los estadios de los Mets y los Yankees para ver los juegos de béisbol, un deporte que siempre le ha encantado. Mi papá estaba emocionado de descubrir cosas nuevas, lugares que solo había visto en películas. Con el tiempo, trajo a mi mamá desde la República Dominicana. Juntos empezaron una nueva vida y se mudaron a un basement. Aunque no era un lugar perfecto, estaban felices porque estaban juntos y comenzaron a construir su propia familia. Esto era un paso grande para ellos.
Hoy, mi papá puede mirar hacia atrás y sentirse orgulloso de todo lo que ha logrado. Algunas cosas que ha logrado es que él es un dueño de un restaurante y compró una casa en Queens. Su valentía y trabajo duro han cambiado su vida y la nuestra para siempre. Si sus padres estuvieran vivos, estoy seguro de que estarían muy orgullosos de él, no solo por lo que ha conseguido, sino por la persona generosa y fuerte que es.