Mi mami nació y pasó su infancia en Moca, República Dominicana con sus once hermanas y hermanos. Tiene cincuenta y nueve años ahora. De pequeña, la familia de mi mami no tenía mucho dinero. Mi abuela, mi mami y sus muchas hermanas trabajaron durante muchos años para lograr el sueño de mudarse a los Estados Unidos para tener una vida mejor. Todos ahorraron cada centavo que ganaron en sus trabajos para hacer realidad este sueño. Desde pequeña, el sueño de mi mami era viajar a Nueva York para tener mejores oportunidades para ella y en la vida de sus futuros niños. Mi mami nunca pudo terminar la escuela, solo llegó a terminar el grado doce debido a que en su familia no alcanzaba el dinero: eran once hermanos y hermanas a cargo de su mamá porque su padre había muerto en un accidente cuando ella era joven. Yo nací después de que ya mami estaba establecida en los Estados Unidos, así que quiero saber sobre su vida anterior y cómo mi mami llegó a los Estados Unidos.
Mami tuvo una vida muy bonita en Moca, República Dominicana. En aquel entonces estaba soltera y vivía con su madre y sus once hermanas y hermanos. Iba a la feria con su hermana adonde se montaban en la estrella, silla voladora y en los caballitos del carrusel. También le gustaba ir para la casa de su mejor amiga porque tenía una granja adonde le enseñaron a ordeñar las vacas y los chivos. Durante un tiempo, vivió en el campo con su hermana mayor donde cortaba el racimo de plátano, sacaba yuca y recogía naranja agria de las matas: “En la granja de mi cuñado recogía los huevos de las gallinas criolla”, comentó mami. Su vida en Santo Domingo era una vida relajada y feliz. También trabajaba para ayudar a su familia y llegó a ser dueña de una tienda.
Mi mami se dedicaba a trabajar en una tienda de ropas, cosméticos y asesorías. En su tienda se vendía de todo. La madre de mi mami le suplía las ropas de los Estados Unidos enviándole la mercancía que necesitaba. A todas las personas que compraban en la tienda de mi mami le encantaba la ropa de Nueva York porque les gustaba el olor de la ropa que era muy agradable. Le puso el nombre “Las hermanas Flores” porque trabajaba con sus hermanas y su apellido era “Flores”. Mami tuvo la tienda por diez años y ahorró en ese entonces 16,000 pesos. Este emprendimiento fue un éxito: “Con ese dinero pude entrar a los Estados Unidos y también pagué mi vuelo”, dijo mami. Siente que la tienda fue una gran bendición porque cambió su vida para mejor. A pesar de esto, sabía que para tener mejores oportunidades en la vida debía mudarse a Nueva York y eso es lo que la empujó a comenzar su proceso de emigrar a los Estados Unidos.
Este proceso cogió en total seis años. La madre de mi mami y algunas de sus hermanas ya estaban viviendo en Nueva York porque sus esposos le habían aplicado a emigración para que ellos entraran a los Estados Unidos y querían que la familia estuviera reunida. Mi mami necesitaba sacar una serie de documentos para viajar. En el proceso de obtener estos documentos ella descubrió que su nombre no aparecía en los libros y tuvo que sacar una nueva acta de nacimiento. También tuvo que obtener un papel de la policía con sus huellas digitales. En total, pagó cerca de 800 pesos para obtener sus papeles y sacar su pasaporte. Cuando recibió la noticia de que podía migrar de la República Dominicana hasta los Estados Unidos, mi mami recibió una llamada de su madre desde Nueva York, diciéndole que quería que pasará la Navidad allí con los demás miembros de la familia. Entonces mami compró un pasaje para irse a Nueva York. Esta sería su primera vez en un avión.
Mami se montó en el avión en 1996 acompañada por su prima que le ayudó con sus maletas. Viajó llorando porque dejaba su tierra natal: “En el avión me sentía un poquito nerviosa y triste porque había dejado a una de mis hermanas atrás y yo estaba acostumbrada a estar junto con ella”, contó mami. No le pasó por la mente que había llegado a Nueva York hasta que se bajó del avión y su mami y hermano la recogieron en el aeropuerto. Mientras estaba en el camino hacia Washington Heights, un barrio de Nueva York donde vivía la familia, mi mami estaba impresionada por el puente George Washington debido a las muchas luces y al hecho de que un puente estaba sobre el río Hudson que tenía barcos cruzando debajo de él, algo que nunca había visto antes. Así es cómo comenzó su nueva vida en Nueva York.
Mami llegó a los Estados Unidos el 9 de diciembre de 1996. En sus primeros días en Nueva York caminó por la avenida Saint Nicholas y en la calle 174 adonde estaba viviendo con su hermana porque quería conocer su nuevo barrio. Su hermana le leía los nombres de las calles para que ella los memorizara. Luego la llevó para montarse en el tren de Nueva York por primeria vez. Su hermana le enseñó como ir Uptown (a la parte alta de la ciudad) y Downtown (hacia el centro de la ciudad) para que aprendiera cómo funcionaba el tren y cómo ir a otros lugares en Nueva York. “Yo estaba impresionada de cómo el tren estaba abajo de la tierra”, comentó mami. Fue algo que encontró muy maravilloso y que nunca se había imaginado que existía. Pasó sus primeros días acostumbrándose a Nueva York y estableciéndose.
Después de dos semanas, pasó su primera Navidad en Nueva York con su familia como su madre lo deseaba. “Por primera vez en mi vida vi caer veinticuatro pulgadas de nieve; ¡nunca había visto nieve en mi vida!”, contó mami. No pudo salir a la calle porque cuando trató, sus botas se estancaban adentro de la nieve y estaba difícil caminar. Por eso se quedó en casa por cuatro días: “Salí de la casa al quinto día en Nueva York para visitar la iglesia con mi sobrina” dijo mami. Mi mami conoció a su esposo en esa iglesia y así comenzó veinticinco años de relación matrimonial.
Al día siguiente, ella fue al Centro Rockefeller con su hermana menor y sus dos sobrinos por primera vez para conocer el área que muchos turistas ven cuando vienen a Nueva York: “disfruté viendo a mis sobrinos patinando en hielo”, comentó mami. Tomaron fotos con las decoraciones de los muñecos que tenían alas. Vieron el árbol de Navidad también y lo encontraron muy grande y lindo porque nunca había visto un árbol tan grande y tan precioso. Ellos estaban rodeados de muchas policías porque había mucha gente y las calles estaban cerradas. “Estaba muy feliz por experimentar muchas cosas nuevas por primera vez en mi vida”, contó mami; cosas que era imposible hacer en la República Dominicana.
La posibilidad de empezar una vida en los Estados Unidos ha sido de gran bendición para mi mami porque le ha brindado muchas oportunidades. Pudo convertirse en ciudadana de los Estados Unidos que era uno de sus objetivos cuando vino a los Estados Unidos. Para mami, en la República Dominicana no existían los mismos recursos económicos que brinda Nueva York, donde las personas tienen, en general, bastantes oportunidades para estudiar y para trabajar. Pero lo más importante fue que Nueva York le ofreció la oportunidad de reunirse con su familia: “Me sentía muy sola en la vida cuando estaba en la República Dominicana porque no tenía niños y mi madre, hermanas y hermanos ya estaban en Nueva York casi todos; también mi padre había fallecido en ese entonces”, comentó mami. Fue una decisión que le cambió su vida para siempre. Cada fin es un nuevo comienzo.