En el año 2014, en verano, el primero de agosto, mis padres me mandaron a Guatemala con mi hermana mayor para conocer a mis abuelos y el lugar que ellos vivieron. Tenía doce años y mi hermana tenía trece años. Mi hermana es muy simpática, pero al mismo tiempo traviesa. Yo soy muy simpático también, pero era nervioso y muy tímido. Cuando llegamos a Guatemala, estábamos muy alegres porque fue nuestra primera vez conociendo a nuestros abuelos. Nos enseñaron todos los lugares y fue muy bonito, pero yo quería ver la escuela de mis padres porque siempre nos hablaban de cómo las escuelas allí eran muy diferentes a las escuelas de los Estados Unidos.
Llegamos a la escuela. Vi que todos los estudiantes usaban el mismo uniforme. De repente, mi abuela llamó a mis primos. Al principio, estaba muy nervioso, pero poco por poco comencé hablar. Les pregunté: “¿Cómo es la escuela aquí?”. Mis primos me dijeron que no tenían tanta tecnología como en los Estados Unidos. La forma en que los maestros enseñaban a los estudiantes en Guatemala era en el pizarrón.
Luego les pregunté: “¿Cómo llegan a la escuela?” “¿Hay un escuela más cerca?”. Me dijeron que para llegar debían tomar un autobús y después caminar casi dos horas. Me dijeron que no había escuelas cerca de sus casa y que esa era la más cercana.
Fui a ver otras escuelas y todas eran iguales. Le pregunté a un estudiante cómo era su escuela. También me dijo que era difícil llegar porque era un largo camino. Me dijo que tenía un poco de dificultad para aprender y que aprendiendo por la pizarra no lo ayuda mucho.
Hice otras preguntas a mis primos y a algunos estudiantes: “¿Qué hacen después de la escuela?”. Mis primos debían ayudar sus padres en el campo, luego estudiaban por dos horas y descansaban. Algunos de los estudiantes ayudaban a sus padres con sus tiendas, después estudiaban una hora y media. Muchos de los estudiantes de Guatemala ayudan a sus padres, luego estudian. Este es el ciclo que hacen todo los días.
Aprendí mucho de las escuelas de Guatemala. Son muy diferentes de las escuelas de los Estados Unidos. Durante el tiempo que estuve ahí aprendí que la tecnología en Guatemala no es muy avanzada y que el camino para llegar a la escuela es muy largo. Mis primos trabajan muy duro y estudian por dos horas. Esto cambió mi punto de vista de la educación y cómo tengo que trabajar duro y estudiar. La vida de un estudiante allí es muy difícil. Aprendí a aprovechar todas las oportunidades que tengo en los Estados Unidos.