El protagonista es mi hermano menor; se llama Christian. Tiene 16 años, es un muchacho alegre y habla el espanglish. Es muy chistoso y le encanta hacer nuevas aventuras. Sé que como él cuenta su historia será muy interesante. Christian es una persona que le encanta contar historias; y hoy va a contar la historia de su primer viaje fuera de los Estados Unidos, la primera vez de estar en Ecuador y la primera vez de conocer nuestra familia en Ecuador.
El viaje fue de Nueva York a Ecuador. Fue un viaje que Christian estaba muy emocionado de hacer, pero el vuelo no era como él pensaba. El viaje fue durante la noche. Por un rato se sentía increíble, pero no se esperaba estar sentado en la misma posición por 6 horas. La emoción se fue durante el vuelo y el sueño le estaba estresando, pero no se sentía cómodo durmiendo. Al fin llegaron a Ecuador y Christian estaba aliviado.
Al llegar a Ecuador el sueño se fue y estaba bien emocionado de estar allí. Dijo que recuerda cómo al salir del aeropuerto sentía calor y había un estanque fuera del aeropuerto lleno de pescados. Era bien bonito. Había tantas personas fuera; muchos llegando, otros esperando a su familia. Y había muchos vendiendo fuera, tantos con su negocios: había unos vendiendo dulces, otros frutas.
Por fin se encontró con nuestros primos, nuestra tía y abuela. Estaba nervioso al no saber cómo comunicarse bien en español. Muchas veces nuestra hermana mayor o mis padres tuvieron que ayudarle a entender y comunicar lo que quería decir. Pero aun así lo disfrutó: jugaba pelota con los primos y le gustaba la comida qué hacía la abuela.
Su recuerdo favorito es de cuando fueron al río a pescar y nadar. Nuestro padre le enseñó cómo pescar en un río y le contó que de joven siempre le gustaba pescar en el río y pescaba con su caña de pescar que hizo con cosas que encontraba. También jugó en el agua con los primos y hacían carreras a ver quién puede nadar más rápido. Era un lindo día que pasaron en familia.
Su lugar favorito fue todos los mercados que fueron. Los mercados eran muy diferentes a los que tenemos aquí: los mercados son grandes y eran diferente personas con su propio negocios. Había también espacios en donde vendían comida ya hecha y a Christian le encantaba la comida. Le gustaba probar todos los tipos de platos que tenían en el mercado y le gusto más el precio: en Ecuador podías comprar un plato de comida con menos de dos dólares.
La experiencia fue bonita. Le encantó el tiempo que estuvo en Ecuador con la familia y estaba muy agradecido al conocer de dónde vienen nuestros padres y poder conocer más de nuestra familia. Al preguntar a Christian si le gustaría vivir en Ecuador dijo que no; a pesar de que sí era lindo, en Ecuador fue muy difícil comunicarse; nunca tuvo que esforzarse tanto como cuando estaba en Ecuador, pero creo con el tiempo, cuando aprenda más, su respuesta cambiará.