Mi hermano menor

Ernesto nació en la ciudad de Nueva York pero fue criado en Queens. Tuvo que crecer en un lugar donde la población era de mayoría latina. Fue a una escuela chárter y en esa escuela no ofrecían clases de español y luego lo cambiaron a una escuela pública donde había niños con quienes podía comunicarse. Ernesto fue criado en un hogar donde la familia se comunicaba en inglés y español. Su familia proviene de México. 

Desde niño le encantaba la escuela, especialmente la clase de matemáticas. Tenía un don de poder entender la materia rápidamente. Siempre fue generoso, amable y muy paciente. Cuando sus compañeros no entendían la materia y se frustraban, él siempre insistía en ayudarlos sin esperar nada a cambio. Aunque las otras materias, como la escritura y la lectura, se le complicaban, nunca paró de intentarlo, aunque nunca fue algo que le gustaba.

Durante ese tiempo tenía curiosidad de conocer más cosas de su cultura y la escuela ofrecía clases de baile latino, con bachata merengué cumbia y salsa. Eso le interesó mucho porque en su hogar sus padres nunca le enseñaron a bailar. Años después  llegó a su escuela secundaria donde su vida cambió, los estudiantes de esa escuela eran de diferentes culturas. La escuela estaba en un área donde la población era de mayoría judía. Había pocos latinos en esa escuela. En ese tiempo le fue difícil de ajustar a un lugar diferente donde no estaba acostumbrado. 

Comenzó a tener diferente hobbies con los que él podía encontrarse a sí mismo sin necesidad de sentirse excluido en la escuela. Esos hobbies son los Pokémon y su colección de anime. Gracias a ese hobby, él pudo conectarse con otros individuos en la escuela y crear relaciones. Ernesto luego se graduó de escuela secundaria y continuó sus estudios en la universidad de John Jay para estudiar ciencia forense. Aunque la mayoría de los estudiante en su escuela no son como él, se esfuerza para terminar la carrera. Ernesto siempre se enfoca en lo más importante, que es sus estudios, en poder superarse a sí mismo y con su esfuerzo y dedicación lograr terminar su carrera de ciencia forense.

 Como cualquier otro estudiante de primera generación de inmigrantes, tuvo que adaptarse a aprender dos idiomas al mismo tiempo. No es perfecto en ninguno de ellos, pero él hace todo lo posible para tener éxito.