Mi primer viaje a Ecuador

En julio de 2019 , nuestros padres nos llevaron a Ecuador. Mi hermano y yo estábamos felices porque no conocíamos a la familia y la ciudad Azogues. Además, queríamos saber de dónde son mis padres, además de la ciudad en que nacieron.    

Cuando llegamos al aeropuerto de Guayaquil, buscamos las maletas y salimos del aeropuerto. Pedimos un taxi en la salida porque el camino para llegar a la casa  eran 5 horas. Durante el viaje del carro vimos las casas hechas en madera. Las casas no eran como veíamos en los Estados Unidos, eran muy diferentes. Al fin, cuando llegamos saludamos a la familia, todos estaban felices de vernos. Nos abrazamos y hablamos de nuestra viaje.

Al segundo día fuimos a la ciudad que se llama Azogues, la cuidad era bonita y grande. Por ejemplo, tenía tiendas para comprar, una iglesia y restaurantes para ir a comer. Fuimos a comer y la comida estaba deliciosa. Comimos arroz y pollo. Cuando era hora para ir a la casa de mis abuelos vimos que algunas casas fueron hechas de madera y que no estaban construidas bien. Todas las casas eran muy diferentes. La casa de mis abuelos era de ladrillo y era grande. Tenía un patio y una pequeña granja con animales. 

Antes aquí era donde mi papá pasaba cuando era niño. Pero él nos dijo que la casa era muy diferente antes, que era de madera y espacio pequeño. Escuchando este comentario  nos hizo pensar que la vida era diferente antes. Por ejemplo, antes no había muchas oportunidades y ayuda. Mi mamá dijo que deberíamos estar agradecidos por lo que tenemos. Además, que necesitamos aprovechar las oportunidades que tenemos y que nos dan. 

En conclusión, aprendí que debemos estar agradecidos por lo que tenemos, que todos no tienen lo mismo. Saber de dónde eran mis padres era importante  porque en el futuro puedo ir a visitar. Saber de dónde son mis padres me hizo sentir más cerca de ellos. Después de todo nuestros padres nos enseñaron que la vida viene con muchos desafíos pero necesitamos seguir adelante.