Rosa María tiene 72 años. Nació en Cuenca en Ecuador, el 3 de enero en 1946.Tuvo una educación primaria incompleta porque tenía que ayudar a su familia a salir adelante. Su actividad favorita es cocinar, por la que aprovechó este medio para tomarlo como trabajo. Es una mujer muy fuerte y ha pasado por muchas cosas en su vida. Y de alguna manera todos estos años ella cuida de otros. Ella es muy conocida en su vecindario por su amabilidad y gratitud hacia los demás
Un día por la noche Rosa tomó la decisión de cruzar la frontera acompañada de su tío. De camino hacia México cayó la migra, por el cual tuvo que esconderse en una casa con 48 personas. Ella llegó a San Isidro en México donde cayó presa por cruzar sin visa y después de ocho días encerrada en la cárcel pagó una multa de $500. Durante esos días le robaron el dinero que tenía. Gracias a su tío pudo pagar la multa porque llevaba dinero escondido en el zapato. El viaje de Rosa para cruzar la frontera le costó $9.000. Luego trajo a sus dos hijos y a su hija, lo que le costó $10.200. El objetivo de Rosa para venir a este país era una vida mejor, pero cuando llegó aquí no era lo que esperaba.
Cuando llegó a Nueva York duró 3 semanas para conseguir un trabajo. Rosa trabajó en una fábrica y recogía botellas por dinero para poder mantener a sus hijos. Pero cuando no había trabajo, ella fue a laborar con judíos, lo cual fue una mala experiencia, ya que el trato hacia su persona fue de una mala manera. Como siempre estaba sola, necesitaba buscar una familia con quien quedarse. Además de su trabajo principal en la fábrica, también trabajó vendiendo joyas. Después de un tiempo ella pudo pagar su propio apartamento en Brooklyn con el ahorro por sus trabajos.
Pasó un año y Rosa fue en busca de su esposo, pero cuando fue se cruzó con una mala sorpresa, que se dio cuenta que su esposo tenía su propio hogar. Esa noticia la entristeció un tiempo, ya que no sabía cómo contar esa noticia a sus hijos. Ellos pensaban que todo seguía igual, hasta que un día, él apareció en la casa para contarles a sus hijos la verdad. Rosa se sacrificó mucho, pero nunca se rindió y siempre se esfuerza por más.
La vida nos pone a prueba de muchas maneras, a veces somos muy arriesgados y tomamos fuertes decisiones que con el tiempo nos demuestra que esas decisiones han sido acertadas. La familia es algo muy importante para una persona que viaja de esta manera, ya que son los apoyos fundamentales para que la persona salga adelante para un mejor futuro. Rosa al cruzar la frontera tuvo una mala experiencia, tanto en el viaje como en el trabajo que realizó. Buscaba un futuro mejor o prometedor al alcanzar el suelo americano, pero se encontró con una realidad diferente.