La persona que yo elegí para entrevistar es la novia de mi hermano. Ella se llama Erika Monar y es una mujer que nació en Baños, Ecuador. Erika tiene 3 hijos, 2 niños y una niña. Los dos niños se llaman Erik y Cris, y la niña se llama Dariana. Mi hermano y su novia se conocieron por línea, comenzaron como amigos primero y después mi hermano le ayudó para que llegara aquí a los Estados Unidos. Erika es una mujer con piel café y mide 5’5 y tiene 34 años. Algunas cosas interesantes de ella es que le gusta cocinar y hacer postres como pasteles y gelatina y es bien trabajadora. 

Erika a lo que hablaba con mi hermano por línea quería venir a los Estados Unidos para conocerle. Ella sabía que tenía que cruzar la frontera para llegar aquí a los Estados Unidos, pero reconoció que tenía que pagar dos precios. Un precio es dinero: los coyotes que le trajeron a ella aquí le cobraron 9 mil dólares; y el otro precio es un precio emocionalmente: dejar el país que ella quiere y a su padres.  En la entrevista nos contó cómo tuvo que navegar desde muchos de los países de Sur América como, Colombia, Chile y Panamá. Erika nos contó cómo el viaje es mucho trabajo y es bien peligroso. El grupo en que venía navegó por un bosque que se llama el Darién, y ahí ella vio a una mujer que se ahogó y se murió. Nadie le quería salvar porque tenían miedo que se ahoguen también. Otra cosa que tenía que sacrificar era sus hijos. Erika los tenía que dejar a ellos ahí porque tenía miedo que algo malo les pase. Durante la entrevista nos contó también cómo dejar a sus hijos le rompió el corazón.  Después, nos contó que ahora que está aquí, se siente mucho más feliz porque sabe que a sus hijos nos les falta nada financieramente.  

Lo que yo aprendí de todo esto al último es que la novia de mi hermano le quiere mucho a mi hermano, porque para que una mujer deje a sus hijos por un hombre, es muy duro de hacer. Yo también aprendí que así ella se vea feliz, en su corazón le duele que no esté con sus hijos o que sus hijos no estén con ella. Para el futuro, ella piensa bien positivamente. Erika va luchar para traer a sus hijos a los Estados Unidos para que ellos vivan con ella y tengan una mejor vida. 

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