Ser y No Pertenecer

Yo siempre he sentido que no pertenezco a un grupo ni a otro. Encontrar mi comunidad entre los Latinx es difícil porque si no soy muy americana, soy demasiada dominicana.

Al crecer en Nueva York, siempre me dijeron que era muy dominicana por la forma en que hablaba y por todo lo que comíamos mi familia y yo.

 

El español fue mi primer idioma. Pero, cuando fui a República Dominicana me decían que yo era americana porque no hablaba el español como ellos. Yo estaba confundida porque siempre me había considerado dominicana. Conocía el español dominican-york. Resulta que no era lo suficientemente dominicana para la República Dominicana, y a la vez, no era lo suficientemente americana para Nueva York.

 

El inglés se convirtió en un arma de defensa. Yo hablaba inglés en la República Dominicana para enseñarles que yo sabía algo que ellos no sabían. Pero solamente podía hablar inglés con mis primos de EE. UU. porque ellos eran los únicos que me entendían. Con todo esto, yo me sentía mal al principio, pero después me di cuenta de que no hay mucha diferencia entre el español mío y el español de ellos. Decidí entonces no hablar por dos días para estudiar cómo ellos hablan y después me acostumbré a hablar como ellos.

 

Yo ahora entiendo que las culturas son diferentes y cada vez que voy para la RD tengo que ubicarme bien y acostumbrarme a la vida de allá. También tengo que conocer más de mi identidad y aceptar que soy dominicana y americana: mi cultura no es la misma que en la República Dominicana; es una mezcla de mis padres y mi educación