Una nueva vida

Muchos de nosotros tenemos padres inmigrantes que han empezado una nueva vida aquí en los Estados Unidos. Empiezan desde cero sin saber la lengua del país, y vienen por un mismo motivo, que es cambiar su vida. Como mucha gente, mi mamá vino a los Estados Unidos en busca de oportunidades. A pesar de los obstáculos en su camino, siguió adelante. Siempre ha sido muy trabajadora y amable, y siempre ha querido lo mejor para toda la familia. Su nombre es Lucy Laniz y nació en una ciudad pequeña en la costa de Ecuador llamada Portoviejo. A los veintitrés años fue cuando tomó la decisión más grande de su vida, que fue venir a los Estados Unidos.

Nunca pensó que iba a poder venir, pero cuando se le dio la oportunidad, no lo pensó dos veces y se enfrentó al nuevo reto. En ese momento estaba en su segundo año de la universidad estudiando Administración de Empresa. Por medio de su primo obtuvo los papeles y pudo inmigrar. Cuando llegó el día de viajar y de despedirse de su familia, fue muy triste para ella, pero sabía que era para bien.

Mi mamá llegó a los Estados Unidos en 1998 y su vida cambió completamente. Por primera vez iba a estar lejos de su familia y en un nuevo país. Los primeros días aquí no fueron nada fáciles y se tomó tiempo para poder acostumbrarse. Era difícil poder buscar un trabajo fijo y tuvo que pasar por varios trabajos. Me contó que su primer trabajo fue en un sitio de comida rápida y luego pasó por otros trabajos, por ejemplo, de limpieza. Tenía pocos días de descanso y poco tiempo para sí misma. No tenía suficiente dinero para comprarse un carro, entonces tenía que tomar transportación pública para ir a sus trabajos. Era la primera vez que tomaba el tren y usaba un MetroCard para poder transportarse. Me cuenta que muchas veces se perdía y no sabía cómo llegar a su destino. No estaba acostumbrada a la vida rápida de una ciudad como Nueva York. Mandaba dinero a su mamá y hermanas para poder ayudarlas con los gastos de todos los días.

El tiempo pasó y por primera vez se sentía más tranquila y más cómoda en este país. Aprendió el inglés y cómo desplazarse por la ciudad. Pero aun así, se sentía sola sin su familia. Me contó que se sentía muy triste y vacía.  La intención de mi mamá fue siempre ayudar a su familia en Ecuador y pudo realizarlo empezando una nueva vida en los Estados Unidos.