Nunca es tarde

Nunca es tarde

Hay veces que la vida te tira muchas cosas y llegas hasta abajo, pero hay personas que se quedan ahí o las que se superan y luchan. Un ejemplo vivo de eso es Fabiola Rodríguez, que es una señora que pensaba que el mundo se terminaba después de irse de un trabajo, en el que estuvo por más de 20 años. Ella superó muchos obstáculos y luchó por cumplir su sueño, y hubo muchas veces que se quería rendir, pero nunca paró de seguir adelante. Ella es una señora que tiene 50 años y nació en Oaxaca, México y que emigró a los Estados Unidos a los 20 años. Ella siempre ha tenido miedo al cambio y esa es la razón por la que estuvo tanto tiempo en el mismo lugar trabajando en un salón de belleza. Esta crónica es sobre que la edad no tiene límites, y que nunca es tarde para cumplir tus sueños.

Ella trabajó en Vs Hair salón por más de 20 años y entregó su vida por ver ese lugar subir, lo trataba como que fuera de ella. Pero en la vida todo lo bonito tiene su fin y cuando estás vieja te tratan mal y escogen nuevas personas. Ella sentía mucho cómo la hacían de menos después de todo lo que ella hizo la dejaron ir. Como que fuera cualquier persona y ni las gracias le dieron. Ella pasó de ser la que barría el pelo, a lavar el pelo hasta que ella aprendió hacer todo lo que tiene que ver con un salón de belleza, y ser la encargada de todo a ser nadie. Después de eso como que lo echaron por ser vieja y querían nueva gente y ni las gracias le dieron.

El día que la echaron, ella pensaba que ella no valía nada y que todo el trabajo que hizo fue por nada. Un año después de eso fue brincando de lugar a lugar tratando de volver a ser alguien en la industria del pelo, pero todas le decían “déjame tu número y yo te hablo después”. Pero ella perdía las esperanzas porque nadie la llamaba, hasta que un día decidió que a lo mejor el pelo ya no era para ella y decidió quedarse en la casa sin hacer nada todos los días. Ella pensaba que ya no valía nada y no servía para nada.

Hasta que un día, caminando vio un local que por más de un año estaba sin rentarse. Dudo si llamar o no, pero guardo el número por si acaso. Cuando llegó a su casa habló y pidió una cita para ver el lugar, y desde ese día fue como la que era antes. Ella se lanzó en plena pandemia a abrir un lugar sin saber nada cómo se abría un local. Ella tomó la decisión de cumplir su sueño de toda su vida, de tener un lugar propio que nadie le dijera nada y que hiciera lo que ella quería. Con solamente el apoyo de su familia construyeron un lugar desde abajo y lo volvieron en sus sueños en menos de 3 meses. Ella luchó mucho tiempo por las demás personas y ahora era su turno por su lugar. Ella venía con muchas ganas, aunque no siempre las cosas eran fáciles nunca se rindió. Ella siempre iba para adelante y nunca se rendía hasta que su sueño se logró y llegó el día de abrir su lugar.

En la vida siempre hay subidas y bajadas, pero la forma de llegar hasta arriba es que tenemos que tocar suelo. Fabiola estaba muy abajo y se sentía como nadie y que no era buena para nada. Pero ella luchó hasta cumplir su sueño, y no le importo lo que tenían que decir o que se le metía en el camino. Ella nos enseñó que la edad es solo un número y lo que importa es la motivación que tengas y que nunca te rindas. Ella sin saber cómo abrir un lugar desde cero lo hizo, siendo inmigrante, y por ella me saco el sombrero. En la vida nunca es muy tarde para cumplir tus sueños, y nunca dejes que alguien te diga lo que puedes o no puedes hacer.