Desafíos en la familia

Esta crónica es sobre mi mejor amigo Yander. Tiene 19 años y es de la República Dominicana. Lo conozco desde el séptimo grado. Es muy chistoso, le encanta leer y ver cosas de anime y sabe contar historias muy bien. Yander me contó sobre sus experiencias negativas con su familia.  

Mi amigo nunca tuvo malas experiencias con su familia mientras crecía, no en la República Dominicana y no en Corona. Ahora que se ha mudado a Astoria, empezaron las problemas. La mayoría del tiempo eran entre su madre y hermana mayor, quienes estaban en desacuerdo y discutiendo por todo. Su madre nunca estaba allí por ella y cuando veía que trataba a sus hermanos como la trata a ella, se enojaba. A veces llegaban a las manos y entonces mi amigo tenía que separarlas. Estos problemas continuaron porque ninguna de ellas quería sentarse y hablar. Siempre lo pasaban como si fuera nada. Él ha tratado de decirles que deben ir a terapia pero no escuchaban.

En el pasado se enojaba mucho y a veces sentía triste porque ya estaba cansado de separarlas y tratar de hablar con ellas. Ya que ha pasado años de puros problemas, ya ni podía sentir nada. Después de años así, finalmente hizo que hablaran y también convenció a su madre de ir a terapia. Dependía de ellas si querían continuar resolver estos problemas o no. 

Al final, mi amigo aprendió que la comunicación es necesaria. Ha visto que poner la culpa en otros, no preguntar cuál es el problema, no hace nada. Sabe que hablando puede generar más confianza entre ellas. Eso resolvió muchos de los problemas y desearía que hubieran comenzado a hacerlo antes.