Un sueño al fin cumplido

A mí siempre me han encantado los animales. Desde niña soñaba con tener un perrito y tenerlo desde cachorrito, así crecía conmigo, pero mi mamá nunca me dejo. Siempre que le preguntaba me decía que no, su  razón era que es mucha responsabilidad y después se lo íbamos a dejar para que lo cuide cuando nos cansáramos. Aunque yo nunca había tenido mi propio perrito, sí conviví mucho con los de mis familiares.  

Ahora que ya no vivo con mi mamá tengo rato diciéndole a mi novio que compráramos uno. Él me decía que sí, que lo compráramos, pero se pasaba el tiempo y nunca lo comprábamos. En TikTok me salían muchos videos de perritos y le mandaba para que también los viera. Cuando hablaba con mi mamá le mencionaba la idea que me quería comprar un cachorrito y me decía que es mucho trabajo, que lo pensara bien porque ya que lo tenga no se puede ir atrás. Le decía que sí, que yo sabía.

El 7 de diciembre del 2023 estaba afuera haciendo mi compra del mes con mi novio. Camino a la casa después de terminar pasamos por una tienda de perros que está por la casa. Yo me quedé con las ganas de entrar pero teníamos que llegar a la casa a dejar la compra. Después de terminar de guardar todo me dijo que fuéramos a la tienda a ver los perritos como yo quería. 

Llegamos y había un cachorrito con el pelo así rubio que parecía un peluche que estaba mirando. La trabajadora de ahí me dijo si lo quería agarrar y le dije que sí. Desde que lo agarré, el cachorrito estaba muy feliz, su colita no se paraba de mover y me estaba lamiendo la cara. En lo que estaba jugando con él vi que mi novio estaba hablando con la señora. Oí que me preguntaba cómo lo quieres llamar. Me puse muy  feliz y no podía parar de sonreír. Me dijo otra vez: “Sí, ¿cómo le quieres llamar? Corre, la señora le está llenando los papeles. Es tuyo. ¿O no lo quieres?”. Le contesté que cómo no lo voy a querer y que su nombre tenía que ser Teddy. Al terminar ahí lo llevamos a la tienda de Petco y Marshall a comprarle unas cosas.

En conclusión, ahora que han pasado más de dos meses que lo tengo ya entiendo lo que me decía mi mamá. El tener un perrito si es mucha responsabilidad. Es como tener un hijo, que siempre va a depender de  ti.  Lo tienes que llevar al veterinario, darle de comer, sacarlo a hacer sus necesidades, bañarlo y peinarlo. Sí, a veces es mucho trabajo y me frustro, pero eso también me enseña a ser más paciente. Pero aun así no lo cambiaria por nada. No todo es malo, también me ha traído muchas cosas buenas. Ya no estoy nunca sola porque él me hace compañía. Yo soy el mundo de ese perrito así como él es el mío. No sabría que hacer si algo le pasara.